III Congreso Latinoamericano de Comunicación y Sociedad Digital: Sucesos


Manta, 22 de enero del 2014

Con un auditorio casi lleno, se dio apertura a este Congreso dirigido a profesionales, docentes y estudiantes de comunicación social, en el Paraninfo de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.

Palabras de bienvenida por: el Lcdo. Joselías Sánchez, docente de la Facultad Ciencias de la Comunicación (FACCO); la Decana de la FACCO, Msc. Lcda. Rocío Saltos Carvajal; el vicerrector académico, Lcdo. Leonardo Moreira; y el vocero del Centro de Investigación y Desarrollo Ecuador (CIDE), Javier Florencia. Todos ellos estuvieron de acuerdo en que el ejercicio de la comunicación social está insertada en la nueva cultura digital.

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El colombiano, Msc. Andrés Barrios Rubio, docente de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano, expuso, en conferencia magistral, el tema: El comunicador en el entorno digital:

¿Cuál es la diferencia entre el comunicador de hoy y el comunicador de ayer? Lanzó la interrogante…

Básicamente el comunicador de hoy tiene que, obligadamente, estar sumergido en la convergencia digital. Debe estar en la capacidad de saber los manejos tecnológicos, técnicos, metodológicos, filosóficos y psicológicos de los medios. Estar conscientes de que, la tarea de comunicar, no se limita al hecho de difundir información porque sí.

En la actualidad, el comunicador debe tener una perspectiva crítica de los procesos sociales, ser constructores de sentido, a sabiendas que, el que produce el sentido es el receptor, que a la vez se convierte en su colaborador.

Los avances tecnológicos nos obligan a crear industrias culturales. Es que ya no estamos hablando de medios tradicionales, ahora hablamos de la Red de Redes, con un sin número de plataformas para exponer nuestros proyectos, información recopilada, entre otras cosas. Hoy hablamos de simbiosis mediática

Pero nada de esto sería posible de manera integral sino desarrollamos la capacidad de análisis y de interpretación ¿De qué manera se lo logra? Leyendo.

El comunicador de hoy debe entender que la internet no es el medio, es la herramienta con lenguajes, códigos y contextos diversos.

Y es la academia la que debe brindar la confianza para que los estudiantes produzcan sus propios contenidos y de ser posible replantear la formación de los comunicadores con conciencia digital.

La imagen es poderosa, pero la palabra es aún más poderosa. ¿Cómo se pretende informar, educar, instruir sino se cuenta con los conocimientos básicos de teorías y ciencias que nos permiten discernir la realidad social?

Es tiempo de cambiar la mentalidad, alejarnos del fanatismo, del fatalismo y de la patética doble moral que tanto daño nos ha hecho. Es hora de tomar el sartén por el mango y actuar para construir de apoco una sociedad pensante, sensible, analítica, responsable y ética.

En nuestras manos está…

LA FILOSOFÍA DE LA COMUNICACIÓN, LOS JÓVENES Y LOS DESAFÍOS DE NUESTRO TIEMPO


«La ciencia es lo que sabes, la filosofía es lo que no sabes».

Bertrand Russel, filósofo galés y fundador de la filosofía analítica.

Bolívar Echeverría, filósofo de origen ecuatoriano, nacionalizado en México, en su discurso crítico: La oscuridad del bosque, dice que los hombres (cabe recalcar que se refiere al Hombre-Mujer, respectivamente) hemos venido al Universo para conocerlo, vivirlo y transformarlo.

Partiendo de esta premisa general, para poder accionar estos tres puntos (conocer, vivir y transformar), nos encontramos con que la filosofía juega un papel muy importante.

Y, ¿qué es filosofía?

En una breve encuesta realizada a estudiantes UNIVERSITARIOS, a la filosofía la definen como la materia aburrida que se dictaba en el colegio a las últimas horas de clases y que en el meso currículo de la Facultad Ciencias de la Comunicación está de más, porque es práctica lo que necesitamos, dicen.

En este instante yo me veo en la penosa tarea de informarles a aquellos estudiantes universitarios, que están completamente equivocados, y que si siguen con ese pensamiento vanal y mediocre, no veo el sentido de que se estén preparando para ser «alguien» en la vida, porque sin filosofía, el individuo va por el mundo como un robot al cual hay que manipular para que simplemente actúe.

José Gabriel Cristancho, licenciado en Filosofía de la Universidad San Buenaventura de Bogotá, nos dice que la filosofía «es el amor por la sabiduría. La sabiduría es el saber de los saberes y éste saber es el propósito de la existencia». Y ¿quién filosofa? (la respuesta sonará redundante pero…) el encargado de filosofar es el filósofo, el que busca la verdad por medio de la investigación. Este filósofo, ¿tendrá alguna característica física en particular, deberá tener cierta edad para denominarse como tal, con qué ropa viste, cómo es su forma de hablar?

Jostein Gaarder, autor del libro «El mundo de Sofía» dice que lo único que necesitamos para convertirnos en filósofos es LA CAPACIDAD DE ASOMBRO. Aunque las cuestiones filosóficas conciernen a todo el mundo, no todo el mundo se convierte en filósofo. Por diversas razones, la mayoría se aferra tanto a lo cotidiano que el propio asombro por la vida queda relegado a segundo plano.

Como profesionales en formación en el ámbito comunicacional, -utilizo estos términos, porque quiero resaltar, que- todos los que estamos aquí no pretendemos llegar a ser simples periodistas, simples publicistas, simples relacionistas públicos, sino comunicadores sociales formales y académicos, teniendo en cuenta que la comunicación social es un campo de estudio inter y transdisiplinario de investigación y de difusión de conocimientos.

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Somos los jóvenes los llamados a vivir asombrados, curiosos, reflexivos, críticos; profesionalmente responsables y confiables; abriendo nuestras mentes a nuevas experiencias, conocimientos y puntos de vista para sopesar y poder sacar conclusiones de lo que se observa y se escucha; y de esta manera evitar que se nos manipule.

En seguida las preguntas de cajón: ¿Cuál es el desafío del comunicador social en pleno siglo XXI, donde la mayoría de los individuos no desarrollaron la capacidad de pensar por sí solos, porque están inmersos en la sociedad de la información? ¿Dónde queda la figura del comunicador social, cuando ya cualquiera que tiene un teléfono inteligente toma una foto y publica una información que carece de contextualización, de análisis?

Bien lo dijo Charnley Mitchell, en su libro Periodismo Informativo: «El hombre que decide qué  sucesos poseen la característica de noticia, es el que trabaja sobre una sólida base de experiencia periodística».

El comunicador social debe mirar con los ojos del alma, como decía el gran filósofo, Platón, para observar más allá de lo que tenemos a nuestro alrededor.

EL COMUNICADOR, UN INTÉRPRETE DEL ENTORNO SEGÚN PLATÓN


INTRODUCCIÓN

Vivimos en una era tecnológica, donde la labor del profesional de la comunicación parece estar perdiendo peso. Todos pueden ser “periodistas” mientras tengan en sus manos un dispositivo electrónico que permita, mediante las redes sociales, publicar un contenido sin contexto, carente de interpretación y análisis, hasta con faltas ortográficas, violando la sensibilidad de los lectores, oyentes y televidentes, reinando la desinformación y mostrando a la mentira disfrazada de verdad.

Información Vs. Conocimiento

Son situaciones que estamos experimentando en esta sociedad de la información que no es lo mismo que la sociedad del conocimiento; por más información que tengamos, por más tecnología que utilicemos, no quiere decir que sea conocimiento, como lo dijo el Lcdo. Juan Pablo Trampus, docente del 7mo Nivel de Periodismo de la Facultad Ciencias de la Comunicación de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí que estuvo atento a la exposición del tema: El comunicador, como intérprete del entorno según Platón, junto a los estudiantes de dicho nivel.

Lcdo. Juan Pablo Trampus, docente de la FACCO-ULEAM, exponiendo una opinión luego del discurso.

Lcdo. Juan Pablo Trampus, docente de la FACCO-ULEAM, exponiendo una opinión luego del discurso.

Para hablar del comunicador como intérprete del entorno, es necesario conocer la esencia del mismo, su perfil; cabe precisar cuáles son las luces que alumbran el camino y lo guían, resaltando esas lumbreras para que quede claro hacia dónde se dirige. Una vez identificadas estos elementos, darlos a conocer a los demás para que lo sepan y reflexionen en base a estas premisas y de ser necesario hagan una retrospectiva de sus actos y enmienden sus acciones con suma urgencia, porque la labor es seria.

Por estas razones, en el presente trabajo identificamos la problemática que involucran a las tecnologías y su mal uso, debido a la falta de abstracción que se generó en el individuo desde niño, por causa de la televisión, aparato que produce imágenes y anula conceptos (Sartori, 1998), y a su vez, exponemos la solución que está en las manos del mismo profesional de la comunicación, porque es por cuenta de él: el análisis, la interpretación, la contextualización, la generación de contenidos.

Estudiantes del 7mo Nivel de Periodismo de la FACCO-ULEAM

Estudiantes del 7mo Nivel de Periodismo de la FACCO-ULEAM

El comunicador, como dijo Platón, debe mirar con los ojos del alma, basado en el amor y el respeto por la verdad, y por el servicio del bien común.

INTERPRETANDO AL MUNDO

Para Platón, el saber equivale a recorrer con la mirada del alma los objetos e ideas (Zuñiga, 2007) y no tan solo eso. Enfocados en el contexto de los comunicadores, nos sirve para forjar nuestro perfil como tales, tomando en cuenta que “vivimos en un mundo que avanza a pasos agigantados, ¿qué digo agigantados? ¡Colosales! Que no espera a que el individuo se tome el tiempo de levantarse de la siesta propinada por un sedante que está acabando poco a poco con el interés de ir un paso delante de nuestra gran amiga la tecnología, que así como beneficia, nos puede destruir”. (Avellán, 2012)

En la antigua Grecia, las plazas públicas constituían los primeros eventos de comunicación masiva, y eran los filósofos, los actores y los poetas que se encargaban de interpretar los eventos del entorno y narrarlos al colectivo, conservando el elemento dialógico –es decir una comunicación abierta entre emisores y receptores de manera equitativa-; y convertir la información en insumos para el crecimiento cognitivo y el desarrollo de los ciudadanos como individuos cultos.

Ya las épocas son otras y paradójicamente el comunicador social se está enfrentando en una guerra campal contra los avances tecnológicos, empezando con la televisión.

Desde niños, los espectadores antes de aprender a leer y a escribir se instalan frente al televisor –aparato que produce imágenes y anula conceptos, – horas y horas con el fin de matar el tiempo, empobreciendo el aparato cognoscitivo y dando como resultado una escasa capacidad de entender, ya que pesa más lo que se ve, evitando darle cabida a la reflexión. (Sartori, 1998)

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Ahora, como son otras épocas, nos encontramos con un nuevo rey soberano tecnológico que viene en combo: Los ordenadores (pc, laptops, celulares y de más dispositivos electrónicos) y la internet -“red de redes”, prodigioso instrumento multiárea que transmite imágenes, audio y texto; abre diálogos entre los usuarios que se buscan para “socializar”; una biblioteca universal- .¿Y quiénes hacen uso de estos elementos antes nombrados? Aquellos niños que se convirtieron en adultos con un escaso interés cognitivo y que no son sensibles para la abstracción. (Sartori, 1998)

Enseguida las preguntas de cajón ¿Cuál es el rol del comunicador social en el siglo XXI (donde la mayoría de los individuos no desarrolló la capacidad para pensar)? ¿Dónde queda la figura del comunicador social, cuando ya cualquiera que tiene un teléfono “inteligente”, toma una foto y publica una información? Bien lo dijo Charnley Mitchel en su libro Periodismo Informativo: “El hombre que decide qué sucesos poseen la característica de noticia es el que trabaja sobre una sólida base de experiencia periodística”. (Mitchell, 1971)

Preguntas sin respuestas que nos invitan a reflexionar en que nuestro reto como periodistas es convertirnos en ordenadores de contenidos, clasificadores de la realidad, intérpretes de los sucesos; siendo investigadores contextuales, analistas cuantificativos; individuos que observamos con la mirada del alma, como decía Platón, para ir más allá de lo que tenemos a nuestro alrededor. “El periodista debe adoptar una actitud analítica frente a las fuentes, confrontarlas y comprobar sus afirmaciones”. (Restrepo, 1992)

En el ambiente OnLine, la función del comunicador aparentemente se difumina en un entorno donde la democratización del hecho comunicacional ha cobrado realismo, es una lamentable realidad. Pero nosotros podemos cambiar la ruta de esta premisa, en nuestras manos están el manejo de los géneros periodísticos, leemos con comprensión analítica, escribimos de una manera correcta, conocemos y sabemos de semiótica y lo más importante es que desarrollamos considerablemente la responsabilidad y la ética, que está construida sobre dos bases fundamentales: Una es el amor y respeto por la verdad; y la otra es el servicio del bien común. (Restrepo, 1992)

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:

Avellán, M. F. (12 de Diciembre de 2012). Rompiendo el silencio. Obtenido de https://mfavellan07.wordpress.com/2012/12/12/nuevas-tendencias-en-la-comunicacion/

Mitchell, C. (1971). Periodismo Informativo. Buenos Aires: Ediciones Troquel.

Restrepo, M. T. (1992). Ética para periodistas. Bogotá: Tercer Mundo Editores.

Sartori, G. (1998). Homo Videns «La Sociedad Teledirigida». Buenos Aires: Taurus.

El evento: Jornadas ciudadanas por los derechos de la comunicación


Imagen30 de mayo del 2013.

En el Paraninfo de la Universidad Laica «Eloy Alfaro» de Manabí (ULEAM), con la finalidad de dialogar con la ciudadanía manabita, respecto al tema «La voz de Manabí en la Ley de Comunicación», se realizó a las 17h00, un foro organizado por RTV Ecuador, la Empresa de Medios Públicos y la FLACSO-Sede Ecuador. Al evento se convocó a los medios de comunicación, periodistas, estudiantes universitarios, empresarios, organizaciones sociales y público en general para acercar sus criterios a través de propuestas y debates.

Los ponentes: Lcdo. Leonardo Moreira, vicerrector académico de la ULEAM; Rodolfo Muñoz, periodista de RTV Ecuador; Orlando Pérez, director de Diario El Telégrafo; Lcdo. Joselías Sánchez, coordinador de la Carrera de Periodismo de la Facultad Ciencias de la Comunicación (FACCO-ULEAM) y Rolando Panchana, ex asambleísta y gestor del Proyecto de Ley de Comunicación, compartieron sus puntos de vista respecto al tema de dicha ley.

El evento se extenderá hasta el viernes 31 de mayo del 2013 con una Casa Abierta de los Medios Públicos en Manabí, que empezará a partir de las 10h30. Luego continuarán las exposiciones de las ponencias, hasta las 14h30, hora en la cual se realizará un taller denominado «Nuestras Voces, nuestros medios: Experiencias de producción y gestión de medios comunitarios».

HABLAR EN «BUEN ROMANCE»


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Hablar de romance es hablar de arte, belleza, claridad. Diferentes fuentes definen al romance como una emoción diferente y positiva. Otros conceptos lo establecen como una lengua (español, italiano, francés: lenguas romances); y otros como una composición poética de origen español, generalmente en versos octasílabos.

Según la RAE (Real Academia de la Lengua) el término «hablar en buen romance» significa hablar claramente y de modo que todos lo entiendan. Hablar uno en romance quiere decir, explicarse con claridad y sin rodeos.

Y estos conceptos aplicados a la labor comunicacional sirven de mucho, ya que para comunicarnos con la conciencia de que el lector, el televidente y el escucha reciban un mensaje claro, conciso y preciso es necesario hablar en buen romance.

Es imperioso resaltar tres características encontradas en un artículo de la página articlesphere.com, que considero importantes para hablar en «buen romance»:

-Preferencia por el realismo,

-Caracter dramático (mesurado), y

-El uso de expresiones como las repeticiones, el epíteto y la exclamación.

LA OPINIÓN


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La opinión es un juicio sobre algo cuestionable, un pensamiento que nace a raíz del conocimiento empírico y/ó científico sobre hechos, acontecimientos, situaciones que se suscitan en nuestro entorno, refiriéndome a todo, absolutamente todo lo que nos rodea.

Según Aristóteles, doxa (opinión) es el conocimiento aproximado, probable y /ó que se acerca a la verdad.

La opinión tiene dos vertientes: la conjetura y la creencia.  ¿Por qué el término vertiente? Porque, refiriéndome a conjetura, nace del reflejo, una idea vaga o una sombra de alguna situación: -Opinamos porque nos parece que…  Caso contrario ocurre con la creencia, ya se sabe de qué se está hablando: -Opinamos porque es así…

La primera presima -conjetura- no es recomendable, especialmente para los comunicadores sociales, ya que el periodista no puede manejar información basado en especulaciones, sino en hechos.

¿LÍMITES EN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN?


Imagen que representa la falta de libertad de expresión

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El artículo 18, No. 1 de nuestra Constitución, el Estado otorga a los ciudadanos el derecho a «buscar, recibir, intercambiar, producir y difundir información veraz, verificada, oportuna, contextualizada, plural, sin censura previa acerca de los hechos, acontecimientos y procesos de interés general, y con responsabilidad ulterior«.

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